miércoles, 23 de febrero de 2022

LA MUJER DE LA ARENA (Suna no onna, 1964 -Hiroshi Teshigahara)

 

Inconmensurable obra maestra del cine Japonés y un título inclasificable dentro de los marcos genéricos ya que propone una especie de drama fantástico (a mi me recuerda en tono al Bergman de "El Rostro" o "La Hora del Lobo"), con un entomólogo en busca de insectos en un desierto de arena -rodado como si los espectadores estuviésemos siendo los exploradores de un nuevo mundo- que se ve de repente atrapado conviviendo con una mujer que vive sola en una vieja casa, rodeada de montañas de arena, de la que no puede salir. Propuesta sensacional, fascinante,  a la que ayuda una banda sonora memorable de Toru Takemitsu y que el maestro Teshigahara rueda con una precisión hipnótica y una atmósfera casi expresionista que pone al espectador en un trance inigualable. Tal vez baja un poco en intensidad en su último tercio, pero deja para el recuerdo un cúmulo de sensaciones especiales, en uno de esos films de atmósfera indescriptible y única que de vez en cuando aparecen en la historia del cine.Pura maravilla

No hay comentarios:

Publicar un comentario

EL GUERRERO DEL MUNDO PERDIDO (I Predatori dell Anno Omega, 1983 -David Worth)

  Típico exploit italiano rodado a expensas del éxito de la saga "Mad Max" dirigido por un oscuro realizador americano pero con ac...