
Tercer film de Fellini, aquí ya totalmente dueño y señor de una función el la que logra un equilibrio perfecto entre la ironía, el patetismo y la melancolía retratando un grupo de vividores que no hacen nada y viven de sus familias en un pueblo de provincias Italiano. Gran film, aun alejado de su posterior barroquismo y abstracción, que hace excelente uso de los actores retrata con minuciosidad un grupo de gente jóven atrapada en la apatía y el hastío
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