Película de terror reciente, producida por Raúl Cerezo y dirigida por Guillermo Barreira. Se trata de una nueva variación dentro del subgénero de películas ambientadas en colegios o internados. En esta ocasión, la acción transcurre en la época actual y sigue a una joven que, tras la muerte de su madre, decide regresar al internado donde ella trabajó para desentrañar el misterio que la rodea. Si bien su ritmo es algo irregular y desigual en ciertos momentos, el film consigue generar una atmósfera efectiva sin recurrir en exceso a sustos predecibles –como los clásicos "sustos de gato"– y con una banda sonora correcta y poco intrusiva. Un film de género más que correcto y digno, que, pese a haber sido rodado con un presupuesto limitado, no muestra carencias en su narración ni en sus efectos. De hecho, se sitúa muy por encima de producciones mucho más costosas que, en comparación, dejan en evidencia sus carencias sin disimulo.
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