
Efectivo, entretenido, pero ciertamente mediocre thriller de manual en la línea de los facturados en la década de los 90 justo compartiendo la llegada del fenómeno "Hannibal Lecter". Aquí tenemos a una parejita de guapos (Kurt Russell & Madeleine Stowe) puteados por un policía (Ray Liota) que se obsesiona con ella. El policía es muy malo-maloso (Liotta saca del bolsillo sus ticks actorales habituales) y la puesta en escena muy televisiva -lo habitual en Kaplan- con una ausencia total de mala leche, una lástima porque la idea de "quien nos protege de los malos policías" daba para mucho más. Destacable eso si, el trabajo en la música de James Horner, que con una acertada mezcla de orquesta y sintetizadores sabe dar tensión a muchas secuencias anodinas.