MUERE OTRO DÍA (Die Another Day, 2002 -Lee Tamahori)

La despedida de Pierce Brosnan (inteligentemente decidió no seguir tras este desaguisado) de la saga James Bond y probablemente el peor título de la historia. Dirigida por un especialmente impersonal autor más plegado a las modas que nunca, varios factores contribuyeron ha hacer de este título la sima de toda la saga. El guión se limita a ser un cúmulo de ideas que desaprovechan una media hora inicial sugerente -El secuestro y tortura del agente secreto, su confinamiento dos años encerrado- para luego desembocar en el esperado concatenado de escenas de acción aquí más espectaculares, ridículas e imposibles que nunca, un cúmulo de situaciones absurdas reforzadas por un abuso de efectos digitales nunca vistos e utilizados de tal modo que irritan, gadgets fuera de tono (el bochornoso Coche Invisible) y personajes de cómic de cuarta categoría. Un cocktail mezclado y mal agitado con la excusa de que el 40 aniversario daba pie a un todo vale más desfasado que nunca. El resultado, muy exitoso económicamente pero absolutamente mediocre, debió hacer reflexionar a los productores ya que contiene varias secuencias de verguenza ajena (la huída de Bond del hospital ralentizando su ritmo cardíaco! y la espantosa imagen haciendo surf cual mamarracho digital) y la sensación de que la serie llegaba a un cul-de-sac imposible de resarcir si no era por la via del reboot total.