Uno de los films más famosos en la carrera de San Peckinpah y probablemente de los más mitificados -tal vez excesivamente mitificado- ya que claramente es inferior a "Grupo Salvaje"o "Duelo en Alta Sierra" dentro de su genero.
Muy sencilla a nivel de estructura, la película es un retrato del fin de una era, ejemplificada en dos personajes antiguos amigos y compadres en el delito que encararan a la perfección James Coburn (enorme) y un muy ajustado Kris Kristofferson. Film de persecución y con final que ya conocemos -Peckinpah inicia con un flashback- es el compendio de lo mejor y lo peor del realizador norteamericano -aquí también hay un reparto maravilloso (excepto Bob Dylan, certeramente horrible) ralentís y un descarnado uso de la violencia, tono tristón y crepuscular. La pena es que aunque las imágenes -John Coquillon en su mejor trabajo para el director- y el concepto muestran una mirada certera, casi de forense, sobre un mundo que estaba desapareciendo, Bloody Sam no tuvo el apoyo musical correcto por parte de Bob Dylan, que si bien supo componer algunas canciones míticas que quedan bien en la película, fue incapaz de dar un acompañamiento dramático propio de un buen compositor de cine para ,sobre todo el último tercio, acabar de rematar algo que pierde fuerza con melodías inadecuadas que se repiten sin mucho criterio
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