Debut cinematográfico de Pier Paolo Pasolini y todo un hito en el cine italiano al reinterpretar el legado del neorrealismo desde una perspectiva profundamente personal y estilizada. Pasolini nos presenta una Roma desconocida, lejos de las postales turísticas, explorando los suburbios degradados y sus habitantes marginales.La puesta en escena es deliberadamente sencilla y austera, rozando lo primitivo en su forma, pero destacando por su precisión. Es un retrato de la miseria, donde los personajes siempre son importantes. Curioso filme, no del todo redondo, pero muy notable al saber extraer poesía de la marginalidad, mostrando la crudeza de la existencia en una ciudad sórdida y decadente, mientras logra enganchar al espectador con destellos de lirismo y belleza.
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