
Muy reivindicable cuarta entrega de la saga "Simios", aquí ya convertida en un serial simpatiquísimo y que sigue dando la vuelta -gracias a un ingenioso guión de Paul Dehn- a todo el entramado del genial film inicial. Irregular en su desarrollo, algo esquemática, pero rodada con una factura técnica estupenda (la media hora final, con su batalla campal tiene una fotografía nocturna de Bruce Surtess maravillosa). Muy bien interpretada por Roddy McDowall , el director Thompson rueda la acción con fuerza, sabe sacar oro de un presupuesto limitado y un ingenioso diseño de producción que aprovecha al máximo un decorado real. Esta es la versión original -mucho más violenta- y con un final más acorde con lo propuesto.