Muy entretenido y estimabilísimo film de intriga que se acerca muchísimo a la comedia y al homenaje a Hitchcock sin Hitchcock -un poco como el Stanley Donen de "Charada"- gracias a un estupendo guión de Ernest Lehmann (los diálogos son verdaderamente ingeniosos y alguna secuencia parece un remendo de "Con la muerte en los talones". Dirigida con funcionalidad por Robson, película ideal para haber sido firmada por el maestro, que seguramente le habría dotado de una mayor impronta visual y hubiese acrecentado el poder de las secuencias de suspense. Lo que queda es un film divertido, con dinámica música de Jerry Goldsmith y un reparto acertado tanto en los principales como en secundarios
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