A medio camino entre el clasicismo del horror film y el relato de aventuras, todo un meritorio y mítico título de la etapa cincuentona de la Universal, con el monstruo de la laguna negra acechando a un grupo de exploradores que perturba su tranquilidad. Jack Arnold rueda con eficacia y sapiencia, manteniendo las virtudes de economía de toda buena serie B.Tiene un ritmo incesante, magníficos momentos de poesía (esos baños de Julia Adams acompañada en la distancia por la criatura) y un constante detalle en la pulsión sexual del grupo (la chica en el vértice de un triángulo entre su amante (Richard Carlson) y su ex (Richard Denning). Clasicazo, rematado además con una meritoria fotografía submarina (rodada originalmente en 3D) y un final que retoma en el recuerdo (aunque sea por la estructura/forma del decorado en la cueva) a un referente como el fantasma de la ópera
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