Western dirigido por el habitual y casi siempre solvente George Sherman, que aquí firmo una película correcta en lo técnico y con bastante ritmo pero no tan interesante ni fascinante como otros de los títulos que rodó en el género -ahora mismo estoy pensando en clásicos como el último hombre de la frontera- el problema de la historia es que el enfrentamiento entre el héroe encarnado por un pétreo Guy Madison y el villano que aquí incorpora Lorne Greene , a años luz de su papel de Bonanza ,se estira demasiado en una película más convencional de lo que en un principio uno podía pensar ,especialmente tras un inicio realmente logrado y que se queda en un producto un poco a medio camino de los mejores logros de este director en el género
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