Una de las obras maestras del cine (no solo de animación) de los últimos veinte años, en el que por una vez la imaginería visual de Tim Burton está sujeta a un control ferreo desde y a favor de lo narrado, sin excesos ni caídas de ritmo...El trabajo de animación queda pues entre lo perfecto y lo deslumbrante, con una perfecta armonía entre el fondo y la forma. Es además el ejemplo perfecto de cine musical -magistral trabajo de Danny Elfman- en el que las canciones ayudan a avanzar en la descripción de personajes y situaciones, aquí tan macabras, imaginativas y deslumbrantes como pocas veces...Y todo en apenas 75 magníficos minutos. Maravillosa
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