Secuela tardía de "Beetlejuice", mejor de lo esperado teniendo en cuenta el nivel que había alcanzado el cine de Burton en el último decenio. Este retorno le permite al director de "Ed Wood", regresar a la imaginería y la temática de aquella película, usando los mismos elementos (pocas novedades hay, es cierto), pero con la ventaja de contar nuevamente con un Michael Keaton que es el rey de la función. Obviamente, no está a la altura del film original, pero comparado con lo que Burton ha ido legando en su última década, es sin duda su mejor película en años, o al menos aquella en la que se le ve más suelto y desinhibido. Esto se evidencia en los homenajes al cine fantástico, como el flashback en blanco y negro o el momento "MacArthur Park" en la boda final, donde vemos a un autor veterano haciendo lo que le da la gana.
A pesar de que en el guion algunas subtramas y personajes estén descompensados, e incluso de que el trabajo de Danny Elfman quede en un perfil bajo, el resultado entretiene y muestra a un director cómodo en una fantasía terrorífica-cómica bastante estimable.
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