Vistoso y a veces notable western de John Huston, en el que se nota por qué el director estuvo muy interesado y cómodo mostrando el drama de una familia, capitaneada por una viuda (Lillian Gish) y su hijo mayor -encarnado por Burt Lancaster- que tiene una hermanastra adoptada india (Audrey Hepburn), secreto que mantienen hasta que se descubre, iniciando el conflicto con otros vecinos suyos además de una relación entre ambos ambiguamente incestuosa. Muy elaborado , con un reparto enorme y en lo visual con gran fotografía y músicas (Dimitri Tiomkin), aunque, al parecer, Huston tuvo (de nuevo) presiones y problemas en un filme que, aunque reivindicable y válido deja un extraño regusto de incompleto
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