
Toda una rareza rodada en coproducción España-Italia (los exteriores parecen italianos, pero los interiores españoles) y que al parecer fue iniciada en su dirección por otro. Mezcla tan extraña como atractiva de thriller con giallo, con un policía (Fabio Testi) investigando las extrañas muertes de jóvenes alumnas de una escuela de élite. Bastante bien rodada, denota también la influencia del "destape" inherente en cualquier producción setentera rodada en España. Le falla en ocasiones un toque de denuncia un poco simplón, pero suele entretener, cuenta además con mucha participación de actores españoles (María Asquerino, la bella Silvia Aguilar e incluso Cecilia Roth)