Curioso el caso de Ken Russell, sobre todo a finales de la década de los 80 e inicio de los 90, cuando firmó un contrato con la productora Vestron Pictures para realizar 4 películas con un presupuesto más ajustado. El resultado dio lugar a
producciones desmadradas y desmelenadas como "Gothic" o "La guarida del gusano blanco" y a otras más moderadas estilísticamente como "Whore"o la que hoy comento: "El Arco Iris". Sin lugar a dudas, esta última es no solo la mejor de las cuatro, sino una joya escondida y preciosista dentro de su carrera. Una joya porque, para empezar, Russell vuelve a sus inicios, rodando un cine más pausado y bucólico, adaptando de nuevo a D. H. Lawrence y narrando el despertar sexual y vital de una joven inglesa que es encarnada de manera maravillosa por la actriz Sammi Davis y su relación con diferentes personajes en el filme. Muy bien rodada, elegante contiene una bonita y espléndida fotografía y nos presenta a un Ken Russell en un modo más elegante, sustituyendo la provocación por una sensualidad a veces poética, en un filme de ritmo lento, pero en el que todo interesa., Contando además con una esplendorosa banda sonora del recientemente fallecido Carl Davis.
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