Uno de los mejores títulos del western de los años 50 y muy destacable dentro de la filmografía de Edward Dmytryk, (mi otra favorita sería "El Hombre de las Pistolas de Oro")... En cualquier caso, esta película cuenta una historia con ecos tanto Shakesperianos y bíblicos, con un patriarca interpretado por Spencer Tracy, quien tiene tres hijos con dos de los cuales mantiene una relación tiránica y un tercero más joven (curiosamente no suyo) fruto de su segundo matrimonio, su ojito derecho y se convierte en el blanco de las envidias y rencores del resto de sus hermanos.
La película se desarrolla a través de un estupendo y largo flashback y destaca por una prodigiosa cinematografía, con increíbles encuadres que a veces parecen cuadros pintados. El director expone un excelente uso de los elementos dramáticos en la película, si bien, la única pega que encuentro en el film , es el personaje interpretado por Robert Wagner, un actor joven en aquellos tiempos, quien quizás no estuvo a la altura de las circunstancias...En doloroso contraste con un Richard Widmark en uno de sus papeles secundarios, donde logra robar protagonismo a cualquiera que se le ponga por delante
Otra gran película con guion de Philip Yordan que no goza del reconocimiento que debiera dentro de las películas de este género.
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