Sensacional obra maestra del cine fantástico con la que Tourneur retomó el género en el que ya había demostrado maestría absoluta en los años 40. Una trama acerca de la presencia de un Demonio invocado a través de una maldición creada sobre el poseedor de un pergamino. La fórmula aunque parece sencilla lleva su combinación perfecta: En primer lugar un gran guión -basado en un relato de M.R, James- que va acumulando detalles cada vez más importantes y hace pasar a un excelente Dana Andrews de profesor escéptico a crédulo y en segundo lugar la excelente puesta en escena de Tourneur que aplica su habilidad para crear atmósferas con un uso limitado (y muy ingenioso) de los medios. Maravillosa
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