Una sencilla película, que aunque basada en una historia real, no tiene nada destacable que nos sorprenda y no por ello resulta ofensiva/mediocre en su propuesta...En el fondo estamos ante la previsible trama de artista presionado por un entorno (la China comunista) que no le permite disfrutar de su libertad creativa y el cambio/contraste que se produce en su vida al llegar a los EEUU. Por lo general me parece que funciona mucho mejor en su primera mitad, gracias a la solvencia narrativa de Beresford (que aunque es un impersonal de órdago, sabe rodar con eficacia) y el gran trabajo de Christopher Gordon -firmando una de las mejores, si no la mejor bso de 2009 o ver al Bruce Greenwood en una buena y sorprendente interpretación de personaje amanerado. Luego el film avanza hacia una trama más tópica, rematada con un final emocionalmente correcto, cierto que en su desarrollo narrativo a veces tiene cierto tufillo a telefilm "basado en hechos reales", pero por lo general un producto tan correcto como previsible
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