Marcianada -nunca mejor dicho- y un claro ejemplo de película de ciencia ficción de los años 50 que ya ni en su momento se debía tomar en serio a sí misma. Con una nave espacial de exploradores que llegan a la Luna y acaban descubriendo una civilización de mujeres gato que pretenden someter a los hombres de la nave, es bastante simpática pero también totalmente intrascendente. Destaca especialmente por tener una banda sonora compuesta por un primerizo Elmer Bernstein y también por la escasa duración de la propuesta, en una serie de casi Z que se ve y se olvida en un instante.
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