Precuela de la trilogía de "La Profecía" y toda una sorpresa que se impone por encima de las mediocridades habituales que se suelen servir en el género, y ya no digamos en este tipo de secuelas, precuelas y reboots de sagas clásicas. Aunque argumentalmente no ofrece nada especialmente nuevo -de hecho, los mimbres sobre los que trabaja la película son realmente previsibles- llama la atención el buen trabajo y la atmósfera conseguida en la puesta en escena de la , para mí desconocida directora Arkasha Stevenson, que logra un film de género más atento a crear inquietud y mal rollo, al que ayuda una excelente labor en la fotografía de Aaron Morton operador y en la música del siempre inquietante Marc Korben, quien incluso utiliza unos temas de Jerry Goldsmith para entroncar con la saga original en el tramo final...No es perfecto e incluso abusa en algún momento de algunos clichés y algún susto del gato, pero se eleva por encima de la media gracias a una puesta en escena de alguien que entiende el género y que parece que disfruta (y hace disfrutar) rodando este tipo de películas.
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