Extraño y atractivo film de sketches, que como suele ser habitual en estas películas de episodios firmadas por diferentes directores, el resultado suele ser desigual, ya que es muy difícil mantener el mismo tono, intensidad o ingenio en todas las historias. Aquí la trama se centra en la visita que hace una chica a un teatro de gran guiñol que se encuentra frente a la habitación donde se hospeda. Al llegar allí, se encontrará con un inquietante maestro de ceremonias, interpretado por Udo Kier (en un papel de muñeco que borda sin grandes esfuerzos). Este maestro de ceremonias la introducirá en la narración de diferentes historias que tienen que ver con el terror y lo macabro.
Como mencioné, entramos en el territorio de lo irregular, con historias que van desde lo poco interesante hasta algunas que resultan ser lo mejor del conjunto, como las de Richard Stanley o Tom Savini. La veteranía de estos dos autores marca y define los momentos de mejor calidad de un producto descompensado.
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