Extrañísimo largometraje (apenas 62 minutos) de un primerizo Cronemberg, rodado en un bonito blanco y negro -la fotografía es del propio director- y excelente utilización de un decorado real. Suele ser aburrido por exceso de metraje pero ciertamenete su look visual se ve modernísimo y para nada envejecido. Su inconveniente es que tiene un objetivo demasiado pretencioso y bastante pedante: Aparenta ser un documento científico, sin sonido y solo acompañado por una voz en off que habla en modo de jerga científica acerca de un experimento con indivíduos en conexión telepática
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