Simpática producción de serie B dirigida por el artesano Joseph Kane, en este caso, la película aprovecha el acontecimiento histórico de la erupción del volcán Krakatoa para montar una aventura al más puro estilo clásico. Fred MacMurray lidera un barco que navega por aquellas aguas, enfrentándose a piratas y embarcándose en la búsqueda de un tesoro escondido en un templo en la propia montaña del volcán Bien rodada, colorista y con mucho ritmo, es, como digo, una producción de serie B a la que Kane aplica una puesta en escena sencilla, sin florituras, pero efectiva. Destaca la vibrante y cromática banda sonora de Víctor Young, que aporta un tono vitalista a una película de aventuras muy simpática.
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