Más que una secuela, un remake en toda regla de la original que sigue el esquema inicial de aquella con algunas variaciones...Y por ello, un film mucho mejor de lo esperado, a pesar de las limitaciones y errores de un guión que cae en el mismo esquematismo/infantilismo de aquella. El casting tambien es algo irregular, con un protagonista demasiado soso frente a un Jeff Bridges demasiado avejentado. En el fondo dos films idénticos y a la vez complementarios, disfrutable como espectáculo y cuando la trama retoma la nostalgia de un cine perdido. Muy notable en su formulación visual ya que adapta a la estética moderna los logros de diseño de aquella, logrando un look arrebatador y siempre elegante. Por último, destacar el buen trabajo de Daft Punk, con una banda sonora perfectamente adaptada al look del film y que logra remarcar detalles que el simplismo del guión (o la simple incoherencia) no logran expresar.
