
Notable versión del clásico de Shakespeare, algo alargada e irregular (no todos los pasajes tienen la misma intensidad), pero que en su tercio final adquiere una fuerza considerable, amén de demostrar que a parte de un gran actor/director de actores, Brannagh es un director de cine con estilo (y una cierta tendencia a lo pomposo). Inolvidable partitura de Patrick Doyle
No hay comentarios:
Publicar un comentario