
Siempre divertido, mediocre pero aceptable film de serie B que mezclando thriller y cine de catástrofes juega directamente a la carta de la farsa desde un prisma aparentemente serio. Película tan tonta como efectiva y con un Samuel l. Jackson totalmente consciente del producto en el que se encuentra ("ya estoy hasta los cojones de la putas serpientes y el puto avión!")
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