Segundo film de Welles tras la inmensa "Ciudadano Kane" que opta por un clasicismo apasionante (en el que incorpora sofisticados movimientos de cámara propios de su talento) . Inolvidable interpretación de Agnes Morehead y una gran película, lástima que en el último tercio se aprecie los cortes y manipulaciones de montaje que tuvo que sufrir (cerca de 45 minutos)
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