
Algo así como la prolongación estilística de "El Fuego de La Venganza", con un Tony Scott y su cómplice director de fotografía Dan Mindel absolutamente desbocados, el resultado es un divertimento grotesco que funciona casi siempre, gracias a la constante ironía, el buen hacer de los actores y la atmósfera desfasada del conjunto y todo ello a pesar de que su resolución recuerda demasiado a su anterior "Amor A Quemarropa"...Desde Luego que Tony es el hermano más divertido
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