Despues del irregular ciclo "Kill Bill" (Mejor la segunda que la primera) y la muy superficial "Death Proof" Quentin Tarantino vuelve a poner las cosas sobre la mesa y tomando como excusa un remake-no remake ofrece una buena película, con momentos de una grandiosa película. En estos "Inglorious Basterds" hay un fondo (ya sea en el género, en la elección de los actores o los diálogos más logrados) bastante más trabajado, en el que por lo menos algunas secuencias son sencillamente maravillosas (mi favorita: El encuentro en la cafeteria), bloques magistrales y otros sencillamente insuficientes. Este Tarantino evidentemente es un director ya abandonado a sus ejercicios de automasturbación cinéfila que a veces funcionan como un reloj y en otras ocasiones denotan un dar vueltas sobre lo mismo preocupantes...Añoro el Tarantino que entendía /construía las películas como un todo (pienso en su magistral "Jackie Brown") y no como una sucesión de secuencias, que es en lo que se ha convertido su cine de los últimos tiempos...Pero por lo menos aquí el conjunto, sin ser redondo, es muy disfrutable. Brillante siempre que aparece esa bestia cinematográfica llamada Christoph Waltz. Muy bien rodada, funciona mejor por bloques que entendida en su conjunto, amén de sobrarle tijera por aquí y por allá.(con 2 horas habría sido un film monumental) Y es que Quentin se recrea tanto en sus diálogos que se olvida de cortalos en el momento preciso...Cosa que si que hacía en los tres primeros films de su carrera
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