
El sumum de la depuración estilística de Melville ya marcada en la magistral "El Silencio de un hombre", con una trama aquí de persecución policial -Asombroso cambio de registro para Bourvil- y un robo de joyería efectuado por Delon, Montand y Volonté explicado con un detallismo obsesivo. Imprescindible título del polar francés, practicamente perfecto y que en sus últimos 45 minutos (especialmente el robo) es sencillamente magistral. Un film amargo, seco e inolvidable
No hay comentarios:
Publicar un comentario