
Toda una curiosidad de película, que deja buen sabor de boca y se ve con agrado a pesar de sus limitaciones. Trata de combinar un film romántico -menos azucarado de lo esperado- con una trama de ciencia ficción y saltos temporales que a mi no me acaba de quedar clara. Una vez se entra en el juego de la propuesta tiene sus detalles agradables que lo alejan de la temida babosería y el ridículo. Se nota que por el guión transita Bruce Joel Rubin ya un especialista en este tipo de historias con toque fantástico y ultraterreno, pero queda la sensación de que puliendo más los detalles y trabajando más algunos aspectos podría haber sido más que un film correcto
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