Un total ejercicio de ombliguismo por parte de un Kitano que sinceramente no tiene nada de contar. La primera mitad mantiene una cierta coherencia aun ya con la sensación de "dejà vu" total que tiene y un humor más tontorrón que nunca. La segunda es una total tomadura de pelo, el resultado global uno de los films más flojos de su autor a años luz de maravillas como "Brother" o "Hanna Bi"
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